Sin haberlo planificado del todo, estoy subida en el avión rumbo a Europa.
Cuando Tatiana y yo empezamos a revivir -ella con sus relatos y yo con mis preguntas – esta historia, este viaje no se nos pasó ni por un segundo por la mente. Sin embargo, la vida tiene más sorpresas de las que podemos imaginar y dos años después de haber arrancado a escuchar, semana tras semana sobre lugares, momentos y espacios, estoy camino a recorrer, con mis propios pies, esos sitios que hasta ahora solo he imaginado en un contexto de guerra y desolación. Muy romántica, como siempre, puedo tener los ojos llenos de lágrimas solamente de pensar que esa Taty que hoy está en Buenos Aires recorrió esos caminos hasta hace 77 años atrás.
En el episodio además de contarte el recorrido que pensamos hacer y el contenido que voy a compartir, menciono dos cosas de las que quiero dejarte el link:
El Club de las Bobes: ¡Ni que me hubieran pagado para recomendar este proyecto! La verdad… soy fan. Dan, un argentino de raíces polacas, creó la Ruta de las Bobes, un proyecto para volver a los pueblos de las abuelas/os que salieron por causa de la guerra y que jamás pudieron volver y hacerles un homeaje. Un reconocerse desde las raíces, acercarse a ese pasado del que poco se habló y entender mucho más de la historia y la familia. No tengo raíces europeas ni judías, pero esto me conmueve e interesa demasiado. De hecho, siento que estoy camino a hacer mi propio homenaje a Tatiana y se siente WOW. Yo estoy recontra inscrita al Club, así que no dejes de pasar a chusmear información y mucho mejor si quieres sumarte.
Hace dos minutos terminé de leer “Mi papá alemán”, de Mónica Müller, memorias de la autora con respecto a su padre, la llegada de él a Argentina y los vínculos de su familia en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Me gustó mucho, si te interesan estos temas, ideal que lo puedas leer.
Bueno, no pude subir el episodio antes de abordar, así que seguramente estarás leyendo estas líneas el sábado 20 o domingo 21/mayo, depende del jet lag, el cansancio, la conexión y la posibilidad de abrir la compu entre encuentros familiares y juegos infantiles. Yo, en medio del Atlántico, las escribo apresurada antes de que se termine la batería de mi computador y con la ilusión enorme de lo que me espera del otro lado. Prometo que, aunque se publique después, voy a mantener este contenido escrito desde el aire.
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EP5: ¡Nos vamos a Europa!