Esto me dejó el 2024
#85 - Cosas, lecciones, aprendizajes y todo lo que no quiero olvidar.
Para mí, enero es, ENTERO, para pensar.
No es que no trabajo, o no como, o no vivo, pero mientras hago todo lo demás, sigo pensando en el año que terminó y en el que inicia. Es que un día, solo el primero, no me alcanza. Al final, son 365 días con sus respectivas 8760 horas que no se pueden resumir, repensar y recordar en las -además agitadas- 48 horas que transcurren entre el año viejo y el nuevo.
Por eso, estos primeros días del 2025 han estado en ese mood. Qué hice, qué haré, qué no hice, que no repetiré, y la pregunta eterna del qué quiero. Yo, sinceramente, nunca he podido saber con exactitud en dónde me veo más allá de un año y admiro profundamente a la gente que tiene el plan a mediano y largo plazo en su vida bien definido, porque es algo que yo no he logrado hacer jamás. Bueno, tampoco he intentado. Es que para mí, sobrevivir un año ya es un montón. Sostener un año las cosas, es un montón más. Quizá soy de objetivos más cortos y lo único certero que tengo en mente a largo plazo es ahorrar para mi jubilación que, aunque ya me han dicho que es un objetivo algo precoz, a mi me parece que estoy tarde: siento que ayer tuve 20 años, por lo tanto llegaré a los 60 en un abrir y cerrar de ojos. En fin, me estoy yendo por las ramas.
El punto es que enero es un mes que yo uso para reflexionar, y tan amante de las listas como soy, además de los libros que leí, las personas que conocí, los lugares que visité, las obras de teatro que vi, etc, etc, etc, también tengo una lista de los aprendizajes /sensaciones /situaciones /cosas que no quiero olvidar de este 2024 y que hoy quiero compartir aquí:
Aprendí a elegir dónde, con quién y en qué uso mi tiempo. Esto ha sido lo más desafiante.
Como consecuencia, dejé de decir sí a todo y dije más NO que nunca antes en mis 41 años.
Me replanteé de nuevo la maternidad, y llegué a la misma conclusión: si no es algo que se siente en la panza, no es. Y no, no es.
Entendí que puedo ayudar de infinitas maneras, pero que siempre es mejor preguntar qué es lo que la otra persona necesita.
Prioricé mi salud por sobre cualquier otra cosa. Mi salud de todo tipo, menos en el hecho de bajar el consumo de azúcar.
El chocolate, en todas sus formas, me sigue haciendo tremendamente feliz.
A mi ex-vesícula, no.
Las adicciones son adicciones toda la vida, y deben tratarse así: luego de 3 años volví a fumar porque creí que lo tenía bajo control y no. Debo aceptarlo.
Dejé de fumar por quinta vez en mi vida. Espero que ahora sea por más de 3 años.
Fumar seca y arruga la piel, no importa cuántas cremas utilices.
La edad es solo un número. Un número que crece en el cuerpo.
Estoy amigada con el proceso de envejecer y he decidido que no es una batalla que quiero pelear. Lleguen las canas de lleguen, lleguen las arrugas que lleguen.
Envejecer, en realidad, no es una batalla: es otro momento de la vida.
Leer SIEMPRE hace bien y sirve para más cosas de las que imaginamos.
Comprar libros no es consumismo 😂
Comprar más libros de los que puedo leer, pero cuando tengo la intención de leerlos algún día, tampoco es consumismo 🙄
No tengo que terminar de leer todos los libros que empiezo. Algunos deberán quedarse en el camino, como este año que se quedaron dos. No todas las historias y estilos son para todos.
Los libros no se escriben solos. Menos los que quiero escribir.
No me gusta la comida descongelada. Ninguna.
Si no consumo procesados, debo resignarme a dedicar un tiempo de mi día a cocinar.
No importa qué tan equipada esté mi cocina, cocinar es un arte humano. Que no tengo.
La verdad SIEMPRE es el camino. Y mientras más nos tardemos en recorrerlo, más doloroso y caro resulta, en todos los ámbitos imaginables.
Hay cosas que nunca se recomponen. La confianza es la principal.
Tu familia puede ser el espacio más amoroso del mundo, y tu condena más grande también. No dejes de que lo segundo suceda, pero hazlo sin olvidar lo primero.
Tus amigas y amigos son, de muchas formas, también parte de tu familia.
Sostener las relaciones y los afectos requiere atención. No todo el tiempo de tu vida, pero sí atención. Hay que dársela.
Puedo tener amigos que pueden ser mi madre o mi padre y puedo tener amigas que podrían ser mi hija. Ahí sí, la edad es un número que no se siente en el cuerpo, y que alimenta mucho el alma.
Si vas a mentir haciendo terapia, mejor no vayas.
Si te parece caro pagar terapia, pregúntate caro comparado con qué. A veces ese “caro” no es solamente monetario. Si no tienes $, siempre puedes encontrar apoyo de otra manera.
El multitasking es un engaño: en cosas que requieren toda nuestra atención, siempre es más efectivo hacer una cosa a la vez.
Tener como mantra la frase: “terminar lo que empiezo” cambió mi vida. Me quiero tatuar la frase.
Me dan miedo las agujas y, por lo tanto, los tatuajes. Pero empieza a rondar la idea de hacerme uno.
No debo sufrir gratis, no debo sufrir gratis, no debo sufrir gratis. ¿Para qué quiero un tatuaje?
La soledad es un espacio maravilloso para mí.
Estar sola no es lo mismo que sentirse sola.
Cuando Coli no esté, ningún otro animal vivirá en mi casa.
Ahorrar es el mejor consejo que alguien te puede dar.
Junto con aprender a leer y escribir, la malla curricular debería incluir finanzas personales.
La jubilación está más cerca de lo que imaginas 😂
Excel puede ser tu mejor amigo.
Viajar es la mejor experiencia, pero no necesariamente la mejor inversión. Si el retorno son tarjetas de crédito reventadas por un año, no es una buena idea ni un buen momento.
La distancia física no determina el amor. Ni la conexión.
Hay que tomar decisiones a tiempo. Esto lo sé, pero aún no lo he logrado incorporar.
La migración es dura, en cualquier circunstancia, tarde o temprano. Hay situaciones que son difíciles desde día uno, y otras que se vuelven pesadas unos años después. El desarraigo es doloroso y existe, aunque creamos que no.
A pesar de los dolores de la separación, pocas cosas tan enriquecedoras como conocer el mundo.
Es mejor una decisión dolorosa, que una cadena atada a los pies de por vida. Aplica para todo.
El miedo ha sido mi mayor protector y mi mayor tirano. Estoy aprendiendo a saber cuándo lo debo escuchar y cuándo lo debo ignorar.
Si el miedo se siente en el cuerpo, no lo hagas.
Si el miedo se siente en la cabeza, hazlo.
Puedo hacer lo que quiera: equivocarme, hacer el ridículo, meter la pata, tomar una mala decisión. El desafío está en no hacer algo que me avergüence.
Podría seguir. Pero me doy cuenta de que no sería tan fácil terminar.
Tantas cosas en un tiempo que parece tanto y que, en realidad, es tan corto. Tanto por asimilar, por comprender y otro tanto por hacer. Mucho más por cuestionarse, por redireccionar y construir para este año que aún empieza, con muchos bemoles, sí, pero también con mucha esperanza e ilusión. Me pregunto si algo de todo esto resonó contigo.
Con un abrazo,
nicole
Y tú, ¿qué aprendiste o que no quieres olvidar del año que termina?
No me sorprende que haya tantas cosas que aprendiste en un solo año.
Me gustaría sugerirte que te consigas un Kindle para facilitar la cantidad de libros, pero entiendo que hay personas que prefieren lo tradicional.
Lo mejor para este año!
Feliz y bendecido año !!! Excelente lista, vale volver a leerla.